Es aquel delito que comete el hombre sobre la mujer por el solo hecho de ser mujer, menospreciándola, privándole de libertad, respeto y capacidad de decisión.
El delito está especialmente regulado en el artículo 153.1 CP y comporta condenas de prisión de 6 meses a 1 año o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días, y cuando el juez lo considere conveniente, inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad sobre los hijos durante un periodo de hasta 5 años.
No se requiere que la conducta sea habitual para que exista el delito.
No. La violencia de género es, por definición, un delito que comete el hombre sobre la mujer.
La violencia de un hombre sobre otro hombre, de una mujer sobre otra mujer o de una mujer sobre un hombre es un delito de violencia doméstica que se caracteriza porque se produce en el ámbito del hogar, donde prevalece el respeto mutuo, la igualdad y la paz familiar.
El CP dice que hay violencia de género cuando se inflige sobre quien es o ha sido cónyuge o mujer que está o ha estado ligada al hombre por una relación análoga de afectividad, aunque no haya existido convivencia. Por tanto, la respuesta inicial es sí.
Ahora bien, el CP dice que debe existir una relación análoga de afectividad. Por tanto, debe existir una cierta duración y vocación de permanencia en la relación hombre/mujer, que traspase la anécdota y la relación de amistad. Por tanto, quedan excluidos los encuentros esporádicos, incluso cuando sean de contenido sexual.
En muchas ocasiones, sólo agresor y víctima son testigos de los hechos. Eso hace que la existencia de versiones contradictorias sea frecuente.
El Tribunal Supremo considera que el testimonio de la víctima es una prueba suficiente en este tipo de delitos, siempre que exista ausencia de incredulidad subjetiva, persistencia en la incriminación y verosimilitud en la declaración de la víctima.
Por tanto, se deberá intentar probar que la víctima actúa por venganza o resentimiento, que no persiste o no ha persistido en el tiempo sin ambigüedades o contradicciones, o bien que no hay elementos objetivos que den fuerza a los hechos.